He visitado seis veces este año por motivos laborales. Desde la primera vez a la última me ha parecido que Grecia es un país de gente inteligente, trabajadora y con un marcado carácter latino. Creo que es un país donde se come estupendamente, donde el nivel de idiomas no es bajo (al menos entre la gente de mi empresa) y donde saben vivir.
Pero el problema fiscal es de proporciones exageradas: miles de funcionarios se jubilan antes de los cincuenta años, percibiendo una pensión alta y pasando a trabajar en negro para la privada, los ayuntamientos están plagados de enchufados y el ministerio de Defensa se encuentra sobredimensionado al ser un punto clave en Europa. Las navieras no declarán y el dinero negro circula en una proporción exagerada.
El movimiento ciudadano es amplio y no le falta razón pero una vez que afectan a bancos franceses y alemanes, creo que se debe de trabajar con más sentido común.
Grecia me recuerda a viajes donde intentaba hacer figuras muy por encima de mi nivel, al primer viaje no podía en el resto ya empeze a coger el sentido. A ellos en el primer viaje les metimos en el euro.
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